El director general de la Marina Mercante, Rafael Rodríguez Valero, animaba el pasado viernes a las empresas de amarre a implicarse más en los estudios de seguridad marítima con el fin de mejorar las condiciones de los servicios en los puertos españoles.
En su intervención, Rodríguez Valero reconoció que los medios técnicos son indispensables, pero destacó la impotnacia del factor humano, un factor humano que requiere de un importante esfuerzo en materia de formación y capacitación profesional.
El director general de la Marina Mercante aseguró que los puertos españoles han alcanzado un loable nivel de seguridad marítima y que ésta ha permitido, a su vez, una mejora global en el negocio marítimo, terminando con los cuellos de botella de las opreaciones portuarias. “Esto redunda en beneficio de toda la cadena logística”, añadió.
En este contexto calificó al amarre como a la “cenicienta” del sector portuario, es decir, un colectivo cuya labor no siempre se ha valorado lo suficiente.
Normativa escasa
Para Rafael Rodríguez Valero los amarradores deben jugan un papel esencial en la elaboración de la normativa, de la que dijo es “escasa y poco exigente”. En este punto, recordó que suelen ser los astilleros y los armadores los que establecen las normas sobre el amarre y lo hacen sin unas directrices fijas: “Tenemos buques con una construcción magnífica pero poco adecuada para el amarre y la estancia en puerto”.
Finalmente, el director general de la Marina Mercante ofreció la colaboración de la Administración española para trabajar en la mejora de las condiciones de seguridad en favor del sector portuario y marítimo, que sigue contribuyendo al desarrollo económico del país.
La primera mesa redonda de estas jornadas técnicas se centró en la coordinación de servicios portuarios y en ella participaron el catedrático de Derecho Marítimo de la Universidad de Barcelona Ignacio Arroyo; el director comercial y de explotación del puerto de Bilbao, Luis Gabiola; el subdirector general de Seguridad Marítima, Victor Jiménez; el director general de ANARE, Ángel Mato, y el director de explotación y comercial del puerto de Rotterdam, Viktor Schoenmakers.
En la segunda mesa redonda, moderada por el catedrático de la Universidad de Génova Sergio Carbone. participaron Clarie Groenewegen, asesora jurídica de la Asociación Nacional de Amarradores de Holanda; Lorenzo Paolizzi, director general de ANGOPI; y Spanos Nikolas, de la Policía de Grecia.
Por otro lado, Erik de Neef presentó el sistema shoretension, que dio paso a la última mesa redonda de la jornada, centrada en la Organización Marítima Internacional y moderada por Francisco Peleteiro, secretario de la Asociación Española de Empresas de Amarre. Participaron Ismael Cobo, representante permanente de España ante la OMI, y el almirante Aliperta, representante permanente de Italia ante la OMI.