La Autoridad Portuaria de Valencia acogió ayer la segunda Reunión Tripartita de Seguimiento del Convenio OIT sobre Trabajo Marítimo del año 2006, en el que se dieron cita representantes empresariales, sindicales y de la administración, con el objetivo de analizar la puesta en marcha de esta normativa.
Empresas y sindicatos coincidieron en señalar lo positivo de una norma como esta, que mejora las condiciones laborales de los marinos y las unifica a nivel internacional. Con todo, desde la Asociación de Navieros Españoles, ANAVE, se insta a que haya aún más una mayor homogeneización en materia de normativa laboral y, sobre todo, en materia de inspecciones.
“Para ser más competitivos en los mercados internacionales, las empresas navieras deben ser eficientes, y eso se consigue con las mismas normas para todos, unas mismas normas que nos hagan competir en igualdad de condiciones”, aseguraba el presidente de ANAVE, Adolfo Utor.
El también presidente de Baleària participó en una mesa redonda sobre los retos de futuro del Convenio Laboral Marítimo, junto a Francisco Tirado, director de Recursos Humanos de Boluda Corporación Marítima; Yolanda Acha, representante de la agencia de manning Ibernor; y Santiago Ciriza, representante del Colegio de Oficiales de la Marina Mercante.
“Este convenio garantiza unos mínimos de bienestar y seguridad, aunque aún tiene mucho recorrido”, afirmaba Utor, algo en lo que abundó Francisco Tirado, que reconoció que se ha hecho una buena labor por parte de los actores implicados, aunque aludió a una falta de agilidad administrativa a la hora de conceder los certificados que acreditan si un buque reúne todas las condiciones para acoger a una tripulación: “Hay ocasiones en las que debemos esperar hasta seis meses para saber si los trabajadores del mar pueden embarcar o no en un buque. Estos plazos, para las empresas, no son ágiles ni competitivos”.
Retos de futuro
Sin embargo, y a pesar de la satisfacción general por la puesta en marcha del Convenio Laboral Marítimo, se pusieron encima de la mesa aspectos que no están bien regulados en dicho convenio.
Yolanda Acha lanzó varias preguntas sobre casos concretos, como la validez o no de los certificados médicos expedidos en terceros países que algunas capitanías marítimas españolas aceptan y otras no. “Esto plantea el dilema de que los armadores españoles elijan siempre los mismos puertos para embarcar a sus tripulantes”.
Asimismo, Acha afirmó que los trabajadores extracomunitarios que cotizan en España no pueden disfrutar de las prestaciones que marca la ley cuando vuelven a su país de origen.
“Por tanto, ¿es justo pedirles a los armadores que paguen esas cotizaciones?”, preguntó. A esto habría que añadir, además, la facilidad con la que se puede acceder a los datos de los trabajadores enrolados.
Con todo, el problema más grave que la representante de Ibernor puso encima de la mesa es la interpretación que hacen los países de los contratos de trabajo. “Hay países que hacen una interpretación muy particular del Convenio y de los contratos de trabajo. Conozco el caso de un marino español con un contrato indefinido que ha tenido que pagar una multa con la excusa de que en ese contrato debe especificarse una fecha de inicio y otra de finalización del mismo”.
Asimismo, desde el Colegio Oficial de la Marina Mercante se instó a garantizar las condiciones laborales no solo de los marinos, sino también de los oficiales. “Los oficiales son trabajadores y también representan al armador”, aseguró Ciriza, quien advirtió de los problemas que genera el abandono de un buque.
HOMENAJE PARA FRANCISCO ROCA Y MIGUEL CORONADO
Francisco Roca Monzó, empresario y propietario de la firma consignataria Roca Monzó, y Miguel Coronado, ex coordinador de ITF en España, fueron homenajeados en el día de ayer como reconocimiento a su labor en favor del desarrollo del sector marítimo.
Francisco Roca inauguraba su empresa en 1961, y desde entonces lleva trabajando en el sector portuario de Valencia. En su trayectoria quedan la consignación de más de 13.000 buques y el reconocimiento tanto nacional como internacional. “El trabajo ha sido el gran motor de mi vida, desde que con 17 años comencé a trabajar en una agencia de aduanas en Valencia”. Roca piensa que “empresas y trabajadores son complementarios”, por eso no entiende que sean “contrapuestos”, un término con el que dice no estar de acuerdo.
También se homenajeó la trayectoria de Miguel Coronado, histórico del sindicalismo del mar, tanto como inspector de ITF como posteriormente en su labor como coordinador del sindicato internacional en España. Estuvo enrolado 17 años, pasando en 1985 a trabajar en Naviera Pinillos y a afiliarse a UGT. En 1994 fue nombrado coordinador de ITF en España, hasta el año 2007 en el que se jubiló.
Fuente: http://www.veintepies.com/secciones/puerto_more.php?id=90200_0_13_0_M