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A la vista de la gravísima situación por la que atraviesa el servicio de carga y descarga de
contenedores a los camiones en la terminal

, la Asociación de Empresas de Logística y
Transporte de Contenedores (ELTC) ha decidido informar públicamente sobre esta
problemática y dejar constancia de que los transportistas no pueden seguir soportando por
más tiempo los perjuicios y graves repercusiones negativas que se están produciendo.

Durante los meses de febrero y marzo se han venido repitiendo, prácticamente a diario, las
congestiones y largas demoras para que los transportistas de contenedores puedan ser
atendidos en la terminal TCV. Las esperas que habitualmente están superando las 2 y 3
horas, llegan a ser en días concretos de hasta 5 y 6 horas, con las inevitables consecuencias
perjudiciales para los transportistas en diversos aspectos:

– Incumplimientos de los compromisos de entrega y recogida de las mercancías a los
clientes, con importantes tensiones y perjuicios que derivadamente se les provocan
también a ellos.

– Malestar y conflictividad entre los conductores y entre todos los profesionales
relacionados con el transporte, afectando gravemente a su estado de ánimo y a su
dignidad como personas, “tirados” en los camiones durante horas y horas como si a
nadie le importase.

– Incumplimientos de los tiempos de conducción y descanso que constituyen
infracciones legales gravemente sancionables si son detectadas en los controles en
carretera o en las próximas revisiones de discos y tacógrafos que se lleven a cabo.

– Y, en definitiva, generación de pérdidas económicas por falta de rentabilidad de la
actividad, dada la reducción del número de servicios prestados y los costes que se
provocan.

Todo este panorama provocado por las ineficiencias de TCV se ha pretendido encauzar a
través del diálogo y las mesas de trabajo, y durante estos dos meses, especialmente en las
últimas semanas, dese ELTC se ha realizado un especial esfuerzo de comprensión y por
transmitir confianza en los responsables de la terminal. La realidad, a fecha de hoy, es que la
situación ha seguido igual o incluso ha empeorado, sin que las buenas palabras se estén
traduciendo en medidas y actuaciones eficaces. Los perjuicios económicos son reales y
concretos para los transportistas, y se siguen acumulando, por lo que llega el momento en
que será necesario afrontar la exigencia legal de que se responda de los mismos por parte de
TCV.

Para los transportistas es muy importante que se conozca su especial predisposición a
prestar un servicio de transporte adecuado y a estar a la altura de las necesidades de los
clientes, pero es igualmente necesario que se sepa que, en las condiciones actuales en que
TCV desarrolla la actividad, ningún trasportista puede comprometerse a que los servicios se
cumplan debidamente. Respecto a los clientes, transmitirles, en definitiva, que los
transportistas lamentan la situación, rogándoles disculpen tanta ineficiencia.

La angustia y desmoralización de los transportistas está llevándoles a la desesperación, y ya
no es tiempo de palabras y buenos propósitos. Es hora de medidas urgentes y soluciones
extraordinarias que entre TCV y la Autoridad Portuaria de Valencia deben propiciarse. Desde
el transporte solo se pretende recibir un servicio digno, la manera de conseguirlo les
corresponde a ellos.

Desde ELTC queremos mantener una actitud constructiva en la búsqueda de soluciones,
pero la situación actual de emergencia nos obliga a todos, fundamentalmente a TCV, a
encontrarlas.