El coloso que emergió de una playa sin calado
El de Rodas, de 32 metros, tardó 16 aƱos en ser construido. El de Valencia acumula mĆ”s de 200. Aquel coloso sobrevivió apenas 66 en pie (292-226 aC) por un terremoto. Este perdura y sigue creciendo en una zona que acogĆa intercambios comerciales incluso varios siglos antes de erigirse aquella estatua.
SeĆsmos no, pero sĆ violentos temporales azotaron y parcialmente derruyeron el coloso del Grao. Algunos tan famosos, que pasaron a la historia: el de 1926 dio su nombre (la Gitada) a la punta del dique reconstruido. Una y otra vez volvió a emerger de unas aguas poco profundas. Su historia es la del Ć©xito del esfuerzo y el ingenio del hombre frente a la naturaleza. Una playa de arena sin calado y un frente sin ningĆŗn tipo de abrigo o protección orogrĆ”fica han acabado convertidos en un puerto de referencia del MediterrĆ”neo.
Desde el siglo XV, el de Valencia estuvo varias veces a punto de verse desplazado por otras ubicaciones. Cullera fue una de las propuestas mƔs repetidas desde el s. XVIII e incluso en 1846. Se apoyaba en la ventaja de aprovechar la piedra de la montaƱa y el cabo San Antonio para reforzar los muelles.
Ā«Deseando el rey (Carlos IV) el fomento del comercio e industria de la Ciudad y Reino de ValenciaĀ», el puerto por fin recibĆa el impulso, mediante una Real Orden de 1791, para que se habilitara el embarcadero para el comercio con AmĆ©rica, aunque Ā«sólo de frutos, gĆ©neros y efectos nacionales con absoluta exclusión para los extranjerosĀ». Valencia iba a reengancharse a una carrera de la que habĆa sido apartado 17 aƱos antes.
En 1792 comenzaba a construirse el embrión del puerto que ha pervivido hasta nuestros dĆas. El primer gran problema fue situarlo en la desembocadura del Turia, lo que obligó a obras especiales para desviar el cauce y Ā«alejar el peligro de cegamiento por los arrastres sólidosĀ» de las aguas fluviales. TambiĆ©n ya desde siglos antes se evidenciaba otro grave impedimento: las endebles protecciones de los embarcaderos. Decenas de obras quedaron arrasadas por temporales a mitad de su ejecución y abandonadas.
El primer proyecto, de Mirallas, suspendido en 1796 y retomado en 1798, finalizó el muelle de Levante en 1821 y las obras de la parte de Poniente (Sur) quedaron paralizadas en 1833. En los aƱos 50 del siglo XIX se toma una decisión clave: el puerto necesitaba diques porque apenas una decena de barcos podĆan encontrar protección dentro.
La llegada de LAS PROVINCIAS en 1866 prÔcticamente coincidió con el tercer gran impulso al puerto para prolongar 500 metros el dique de Levante y desviar su final. Pero los aterramientos y los parones siguieron siendo una constante. El arreglo se logró con el proyecto de Maese, de 1921. Hasta esas fechas los dragados del puerto fueron algo habitual. A partir de entonces, el puerto creció sobre todo por el Sur.
El Grao quedó completamento transformada con el espigón y el muelle del Turia. Previstas para 1939, las obras terminaron en 1954 y sepultaron Cantarranas. Ahora el coloso ganarĆa su próximo espacio al mar.

La riada del 1957 supuso dos importantes consecuencias: se trasladaba el cauce del rĆo unos kilómetros mĆ”s al Sur y la idea de crear un gran dique (el del Este) paralelo a la costa, al igual que otros grandes puertos artificiales mediterrĆ”neos como Barcelona y Marsella. En los 70 llegaron el muelle Sur (1973) y la prolongación del de Levante (1979). Valencia se consolidaba en la primera división europea. Pero como ya ocurriera con el comercio con AmĆ©rica, el Gobierno la dejó inicialmente sin el privilegio de usar contenedores. Sin embargo, el Grao pelearĆa otra vez por sus derechos y apoyado en la iniciativa privada instaló una miniterminal de contenedores que con el tiempo se convirtió en el muelle PrĆncipe Felipe.
Inaugurado en 1999 supuso la última desaparición de una playa de Valencia (la de Nazaret, a partir del año 1986), pero hoy acoge el 74 % de los movimientos y convierte a aquel puerto surgido de una playa en el coloso con el mayor trÔfico de contenedores del MediterrÔneo junto a Algeciras
Fuente: http://www.lasprovincias.es/economia/empresas/201503/21/coloso-emergio-playa-calado-20150321002613-v.html.